Los usuarios intermedios europeos tienen diversas obligaciones en el sistema REACH. Una de ellas es comprobar que la ficha de datos de seguridad (FDS o eFDS), facilitada por el proveedor, cubre el uso propio y los usos previsibles de sus clientes, si se trata de un formulador o un reenvasador.
La agencia ECHA acaba de publicar una nueva guía para ayudar a los susarios intermedios a verificar que los usos y las condiciones de uso de una sustancia química están cubiertas por los escenarios de exposición de las fichas de datos de seguridad proporcionadas por sus proveedores. La guía incluye ejemplos prácticos.
Las situaciones que se pueden presentar son múltiples, según que sus usos y condiciones de uso están cubiertas o no, y múltiples las alternativas que tiene el usuario intermedio.